domingo, 30 de marzo de 2008

En eso estoy


Me abstraigo del contexto. Tengo en mente hacer algunas averiguaciones que tienen que ver con la puesta en marcha de mi nuevo hogar. Que a pesar de ser alquilado así es como lo considero. Mis padres viven lejos, así que ya hace un tiempo decidí que mí casa es donde este yo viviendo en cada momento particular de mi vida, independientemente de donde estén ellos. Viendo que ya estoy pisando los 30 no es esta una decisión extraordinaria, pero por algún motivo me divierte la idea de contarlo. Luego de esta aclaración, sigo con la lista, no me tengo que olvidar de llevar adelante algún que otro consejo que me dio un buen amigo. En realidad son algunas prácticas que él realiza para escribir, y en una charla por messenger me hizo algunas recomendaciones que me gustaron. Pero mientras pienso esto y luego de una semana intensa, en realidad como la de cualquier persona, supongo. Por las dudas doy alguna evidencia, mí semana aproximadamente se produce en este orden desde que me levanto, trabajo, facultad y en el intermedio lo que surja, caprichos, obligaciones, necesidades, placeres e imprevistos que los clasifico arbitrariamente en agradables y no tantos. Dentro de los imprevistos agradables, les cuento este, antes de semana santa me llamo gente amiga para conocer el departamento donde me mude, comimos una picada con un rico vino, y por supuesto buena charla y risas. Antes de continuar, me detengo y me pregunto, ¿no será redundante decir un buen amigo…?, me parece que es posible tener malos amigos. Para que se entienda, si alguien es amigo de uno, subjetivamente hablando se puede decir que es un buen amigo. El punto es analizar con más distancia, o sea que sea bueno con uno no quiere decir en las generalidades del mundo sea una buena persona, obviamente esto va relacionado con la parte del mundo en que viva cada persona. De todas maneras, este buen amigo al que hago mención, también es una buena persona. Ya cerrando este tema en particular voy a alterar el orden de los factores, entonces, esta buena persona a la que hago mención como un buen amigo, realmente es un buen amigo. Retomando la lista, lo que nombro son generalidades para no hacer un detalle aburrido. Les decía, luego de una semana intensa, cierta inercia me atrapa a mi hogar, me hace feliz estar tranquilo sin salir, pero si no me muevo no avanzo con los pendientes y la lista sigue sin tachaduras y aumentado su tamaño, para dar un ejemplo luego de haber finalizado con una carrera, nuevamente empecé con la facultad lo que quiere decir que pronto tendré que anotar, “estudiar para los parciales de sistemas contables y derecho laboral”. Por ahora sigo a la espera de una definición de la “lucha” entre “hacer o dejar para después”. Al parecer esto es parte de vivir.

jueves, 13 de marzo de 2008

Amigo

La estupidez humana, fue la instigación para tú partida, ¿Dónde te has ido ?. Entiendo, no fue tú decisión, yo estuve aquel día, esa fue la despedida más dolorosa. La despedida irremediable. Me tocaba a mí quedarme, sin más consuelo que el que puede conceder el paso del tiempo, la aceptación. Porque yo se, que mientras este aquí, por estos lugares, no hay posibilidad de volver a compartir, es la dura verdad mí querido amigo. Nada más sencillo y aterrador que la verdad de ese momento. Mucho he pensado al respecto, más aun cuando la herida era reciente, pero las heridas con paciencia van sanando, de todas maneras debo confesarte que en muchas circunstancias la melancolía me atrapa, una melancolía tan intensa que al cerrar los ojos recuerdo aquella partida, la siento tan reciente como si fuera en este mismo momento, como si pudiera tocarla. ¿Que puedo decirte?, no te tengo explicaciones. Como dije, he pensado, y a la vez me doy cuenta de que sigo pensando, ¿Cuál fue el motivo de tú partida?. Esta pregunta para mí, sin respuestas razonables, por eso con mucha fuerza gritaría, el motivo fue una incoherencia, no hay razones que justifiquen tal cuestión y nunca las habrá. ¿Que puedo decirte? no tengo palabras, solo puedo recordarte, solo eso, mí querido amigo...