Manu Chao

Gotas...

Vincent van Gogh

Caen gotas de a millones, y yo debajo, ahí, intentando buscar refugio pero nada está demasiado cerca como para mantenerme seco, como para evitar la tenacidad de las gotas en ese instante, entonces me resigno a que no puedo huir, a que estoy atrapado y decido transformar ese momento en uno poético, de goce, de inspiración, de ser un caminante bajo la lluvia sin que nada importe, sin preocupaciones, pateo el tablero y dejo libre mis pensamientos…

Benito Quinquela Martìn

Hace dos semanas estaba sentado en una clase, tempranito, y mientras mis compañeros hacían un ejercicio que por esas cosas raras de la vida yo ya tenìa hecho, pensaba en mí facultad que suele estar repleta de gente, pareciera no descansar ni un segundo, casi copiando a esta ciudad que jamás tiene tregua. Por los pasillos, escaleras, aulas y otros circulan estudiantes, profesionales que siguen estudiando, profesores, personal no docente y otros que quien sabe que rol cumplen anónimamente, estos habitantes se desplazan diría yo, de una aparente manera mágica o quizás màs precisamente de acuerdo a un orden, que no se ve, que no da indicaciones, no hay timbres, no hay campanas, muchos menos gente que diga cosas como, no lleguen tarde, es por acá, etc. Entiendo, por mí experiencia, que todo inicia en una especie de lotería gigante, descartando que hay que estar previamente inscriptos en esta institución para poder participar, y de esta manera seguramente esta universidad tiene distintos tipos de loterías con reglas propias e independientes de otras. Entonces, una vez inscriptos lo importante es tener el cartón para ser tenido en cuenta en el sorteo, al cartón se lo llena indicando en principio como una expresión de deseo, la materia, el horario y el docente, siempre teniendo la precaución de prestar atención a la regla que indica si un estudiante es apto para anotarse con ese profesor en particular. Una vez adjudicado el premio, que puede ser completo o no, si es la segunda opción existe una segunda chance, pero como todas las segundas chances son menos satisfactorias que las primeras y en este caso para demostrarlo solo se puede elegir la materia y el horario. Una vez resuelta la cuestión relatada, inicia el proceso oculto y misterioso, miles de personas se dirigen a sus aulas, en el horario especificado al encuentro del profesor y es muy probable de nuevos conocidos que la mayor parte de las veces duran lo que el premio de esta lotería, un cuatrimestre…

Mercedes.

El VINO

Laberinto II

Hace poco encontré una salida a mí laberinto, en apariencia se ve un camino recto, quizás un poco sinuoso, con baches, pero repleto de desafíos, lo cual engorda mí alma de satisfacciones, ahí voy a un paso lento pero con convicción, esperando pronto poder llegar a un camino liso y llano y así ver cumplidas mis propias profecías.