martes, 25 de diciembre de 2007

Rumbo

¿Cuál es el rumbo adecuado que deben seguir las personas para encontrar el norte de la felicidad, de la reflexión, y el pensamiento…?

Un grupo de jóvenes transita la etapa de la adolescencia, afianzando una amistad, una relación, que tiene que ver con compartir encuentros, expectativas, y básicamente según lo veo yo, diversión. La motivación fuerte de la amistad en esta etapa es la diversión, reflejada en salidas, asados, música, bebidas y otros según el lugar geográfico y las costumbres. Es verdad, usted me podrá decir, no todo es tan alegre, se pasan momentos difíciles que tienen que ver con el crecimiento, el desarrollo personal y otros que la vida nos pone en la senda que transitamos. Acepto este comentario, pero lo que quiero dejar claro desde mi absoluto y arbitrario punto de vista, es que todo en la socialización del adolescente con sus pares se afianza con diversión. Al pasar los años evolucionamos, nos contradecimos con aquel joven que éramos en la adolescencia, supongo que esto es lo correcto y adecuado. Las razones pueden ser muchas, trabajo, pareja, prioridades, se descubren nuevos intereses, se conoce gente y lugares que nos permiten ampliar nuestros pensamientos y formar una opinión propia a pesar de aquel grupo del que somos parte. Las personas de aquel grupo pueden ser las mismas que el actual con el que nos relacionamos, sus nombres, apodos, algunas costumbres, etc. Me pregunto, ¿Realmente son las mismas en todos los aspectos?
El grupo homogéneo y consolidado, empieza a tener fracturas invisibles, por los motivos de evolución antes mencionados. Este rompimiento se observa en los distintos tiempos de desarrollo de cada uno de los integrantes, entonces nos podemos encontrar con subgrupos, o sea una reorganización que vuelve a juntar a los individuos según antiguos o nuevos intereses. Pero entre estos subgrupos sigue existiendo una buena relación, digamos una amistad pero más “superficial”.
Lo común en el crecimiento es resistirse al cambio y afianzarse de forma estúpida a la idea de diversión, pero más relacionada con lo vulgarmente llamado “descontrol”. Todo lo que no encuadra en este concepto es aburrido, parece cosas de viejos, etc. El “Maestro” suele decir, uno se aburre por estar en un nivel intelectual superior o inferior a la “cosa” en cuestión. Espero no se confunda, no tengo nada en contra de la diversión, lo que si me asusta es que sea el único objetivo de una persona. Si nuestro esfuerzo diario consiste en obtener un pasatiempo, buscar una alegría desmedida, no quedara tiempo para la reflexión, el pensamiento profundo, olvidaremos las cosas importantes, nos olvidaremos de los otros…
Los obstáculos, el miedo y muchas veces la tragedia, nos hacen fuertes, hacen aumentar nuestro pensamiento y ver el mundo desde otra perspectiva.

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